viernes, 25 de noviembre de 2011

QUIERO UNA REPUBLICA


Quiero una REPÚBLICA, que suprima la Monarquía.
Quiero una REPÚBLICA, donde el Jefe de Estado lo elija el pueblo en democracia.
Quiero una REPÚBLICA, federal o unitaria según la elección de los ciudadanos.
Quiero una REPÚBLICA, donde los ciudadanos no sean súbditos de una monarquía retrograda.
Quiero una REPÚBLICA, que garantice el derecho a un trabajo digno.
Quiero una REPÚBLICA, que inicie un Proceso Constituyente y redacte una nueva Constitución.
Quiero una REPÚBLICA, que tenga un Sistema Electoral más justo y equitativo.
Quiero una REPÚBLICA, que garantice los mismos derechos entre hombres y mujeres.
Quiero una REPÚBLICA, que garantice una Enseñanza Pública, gratuita, laica y de calidad.
Quiero una REPÚBLICA, que garantice el derecho a la libertad sexual.
Quiero una REPÚBLICA, que cultive los valores cívicos en la ciudadanía.
Quiero una REPÚBLICA, que garantice una Sanidad Pública, gratuita y de calidad.
Quiero una REPÚBLICA, que persiga a los corruptos que guardan dinero en paraísos fiscales.
Quiero una REPÚBLICA, que garantice el derecho a una vivienda digna.
Quiero una REPÚBLICA, que elimine los sobresueldos y pensiones vitalicias de los políticos
Quiero una REPÚBLICA, que persiga los ERES fraudulentos.
Quiero una REPÚBLICA, que proteja la libertad de cultos.
Quiero una REPÚBLICA, que fomente los valores de la tolerancia de todos sus ciudadanos.
Quiero una REPÚBLICA, que elimine las ETT’s que fomentan el trabajo precario.
Quiero una REPÚBLICA, que separe económicamente la Iglesia del Estado.
Quiero una REPÚBLICA, que disminuya el gasto militar.
Quiero una REPÚBLICA, que persiga la especulación inmobiliaria y financiera.
Quiero una REPÚBLICA, que abandone la guerra como instrumento de política nacional.
Quiero una REPÚBLICA, que agrupe reintegre en uno sólo los cuerpos de seguridad del estado.
Quiero una REPÚBLICA, que disminuya el número de políticos en el Senado y Diputaciones.
Quiero una REPÚBLICA, donde prive la Justicia Universal.
Quiero una REPÚBLICA, que permita los referendos vinculantes a solicitud de la ciudadanía.
Quiero una REPÚBLICA, que respete el Medio Ambiente.
Quiero una REPÚBLICA, que permita la jubilación total a los 65 años.
Quiero una REPÚBLICA, que garantice el derecho a la libertad de expresión.
Quiero una REPÚBLICA, que reconozca la Memoria Histórica.
Quiero una REPÚBLICA, que ayude a los jóvenes emprendedores.
Quiero una REPÚBLICA, donde los borbones devuelvan el patrimonio que no les pertenece.
Quiero una REPÚBLICA, que reinstaure la simbología oficial previa al golpe de Estado de 1936
Quiero una REPÚBLICA, que invierta en Investigación y Desarrollo.
Quiero una REPÚBLICA, que mejore los servicios sociales de atención a los más mayores.
Quiero una REPÚBLICA, que fomente la Cultura, el Arte y la Ciencia.
Quiero una REPÚBLICA, que proteja a las familias que menos tienen.
Quiero una REPÚBLICA, que obligue a pagar más impuestos a quien más tiene.
Quiero una REPÚBLICA, que desarrolle una economía sostenible.
Quiero una REPÚBLICA, que disponga de un salario máximo en las retribuciones laborales.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Biografía: Buenaventura Durruti



Condensar en pocas líneas la biografía de quien fue expresión cabal de la rebeldía y la utopía anarquista es tarea complicada pero necesaria, porque el testimonio de libertad en lucha que fue la vida de Buenaventura Durruti debe divulgarse ayer, ahora y siempre. Nació segundo de 8 hermanos el 14 de julio de 1896 en León, capital de la provincia española del mismo nombre. Se inicia de adolescente en la misma senda de su padre, obrero afiliado al sindicato socialista UGT. Como miembro de su sección ferroviaria, participa con ardor en la huelga general revolucionaria de agosto de 1917, impulsada en conjunto con la Confederación Nacional del Trabajo (CNT, anarcosindicalista); eso le costó la expulsión de la UGT por radical, la persecución policial y la huida a Francia, donde se relaciona con exilados anarquistas, afiliándose a la CNT de Asturias al retornar a España en enero de 1919.

Se une a la pelea frontal contra la agresiva patronal de las minas asturianas y cae preso por primera vez en marzo de 1919; se fuga y en diciembre está en San Sebastián, ciudad industrial del país vasco, trabajando como metalúrgico. La burguesía impulsaba entonces una ola de asesinatos de sindicalistas y Durruti se integra a un grupo de autodefensa - Los Justicieros - que en represalia planea un golpe sensacional: atentar contra el rey Alfonso XIII que visitaría la ciudad en agosto de 1920, pero son descubiertos y deben escapar. Durruti prosigue en la labor ilegal más arriesgada por toda la península; así conoce a Francisco Ascaso, quien sería fraterno amigo y camarada. En agosto de 1922 van a Barcelona y con gente afín fundan el grupo Crisol, que luego tomará un nombre que se hará celebre en la historia libertaria: Los Solidarios. El grupo reunió a lo más valioso del proletariado catalán golpeando a la reacción donde más le dolía, hasta que la crisis política hispana trajo la dictadura del general Primo de Rivera, instaurada en septiembre de 1923 con pleno apoyo del rey. De Los Solidarios nunca se resaltará bastante la valiente defensa que hicieron de la CNT en hora tan desesperada, cuando cientos de militantes cayeron y solo pudo sobrevivir y recuperarse por sus nexos profundos con los trabajadores, pero el costo para ese colectivo combatiente y decidido fue alto: casi todos Los Solidarios murieron o purgaron largas condenas, mientras que Durruti y Ascaso tuvieron que refugiarse en París.

El fracaso de los planes insurreccionales cocinados en el exilio les impulsa a viajar a Latinoamérica en diciembre de 1924, acompañados por Gregorio Jover y en procura de fondos para el proscrito y agobiado anarcosindicalismo ibérico. Siguieron 15 meses de andanzas increíbles con acciones de guerrilla urbana para agenciarse recursos inéditas por estos lares, persecuciones y fugas escalofriantes, la ayuda solidaria de un sinfín de compañeros, las burladas furias policiales, la frugal supervivencia como asalariados en los momentos de calma, el trabajo sindical de base desarrollado en varios países y, por supuesto, la creciente leyenda en torno a la figura de aquellos hombres. En abril de 1926 regresan a Europa y les seduce una idea espectacular: secuestrar al monarca y al dictador españoles cuando visiten Parés el 14 de julio; antes de eso la policía los captura y, luego de un agitado proceso, son expulsados de Francia en julio de 1927, prosiguiendo como militantes semiclandestinos en el exterior hasta la caída de Alfonso XIII en abril de 1931.


La vuelta a Barcelona es de efervescente actividad para Durruti, ahora con su compañera Emili ene embarazada de Colette, que nacerá en diciembre del 31. Se integra a la Federación Anarquista Ibérica - FAI, organización específica anarquista creada secretamente en julio de 1927 - y con militantes allegados forma el grupo Nosotros, animadores en la CNT de una tendencia radical que no se hacía ilusiones tácticas con la recién proclamada República, pues afirmaban que el momento era para seguir avanzando. El enfrentamiento interno en la Confederación fue agriándose hasta la escisión, mientras arreciaba la represión y las provocaciones gubernamentales contra esos sencillos obreros - cuando no estaban presos, Durruti y Ascaso laboraban como mecánicos en una empresa mediana de Barcelona - que eran vistos por los bienpensantes de toda laya como el aterrador puño de la Revolución Social. La histeria represiva cayó sobre Durruti y otros anarquistas en enero de 1932, deportándolos a Canarias y al Sahara “español”. La presión popular los libero en septiembre, pero Durruti fue arrestado de inmediato por dos meses más.

Aun encarcelando a sus supuestos “líderes”, las posiciones más ofensivas crecían en el seno de la CNT y del proletariado, lo que llevo al fallido intento insurreccional anarquista de enero de 1933, tras el cual Durruti debe ocultarse hasta caer preso a fines de marzo. En julio ya está en la calle, con la CNT y la FAI encarando las variaciones de la escena política, pues la derecha se aprestaba a asumir las riendas del gobierno ante el fiasco de republicanos y socialistas, lo que ocurre tras los comicios de noviembre. En diciembre hay otra fallida tentativa de huelga general insurreccional; Durruti y cientos de anarquistas van a los calabozos, pero una amnistía les permitió salir en mayo de 1934, a tiempo para que Durruti tenga papel decisivo en el traslado por carretera de 13.000 hijos de huelguistas aragoneses a Barcelona, para acogerse a la solidaridad de las familias obreras.



En octubre del 34 es la insurrección de Asturias, 14 días de heroica y desigual batalla de los trabajadores unidos contra el ejército, mientras que la represión y la indecisa conducta de la UGT y otros sectores dejaron a los anarquistas aislados en su afán de extender la flama revolucionaria. De nuevo Durruti pasa por el vaivén de meses de cárcel alternando con semanas de febril militancia pública, hasta que el triunfo electoral del Frente Popular en febrero de 1936, con el crucial voto de los afiliados de CNT, marco otro vuelco a la situación. En medio de un explosivo clima político-social, se reúne en Zaragoza el IV Congreso de la CNT del 1 al 15 de mayo, donde parte esencial de los debates y el ambiente de pletórico fervor anarquista que allí se vivió fue el grupo Nosotros, entregado en esos días a prepararse junto a los trabajadores para el tremendo reto que se avecinaba. Derechas e izquierdas iban al choque inevitable, iniciado más temprano que tarde con el alzamiento militar del 19 de julio de 1936.

La CNT y la FAI enfrentaron con coraje, organización y movilización de masas la superioridad fascista en armas y recursos; su contribución fue decisiva para resistir el zarpazo en toda la península y casi a solas derrotaron a los alzados en Cataluña, con Durruti como una de las figuras más arrojadas de esta victoria popular y sufriendo la dolorosa baja de Francisco Ascaso. El 24 de julio, desde una Barcelona donde el comunismo libertario empezaba a ser una realidad, Durruti partió con una columna armada a Zaragoza, ocupada por los golpistas. Luego de duros combates aquella milicia igualitaria, sin oficiales ni demás tramoya castrense, avanzó y estabilizó el frente de Aragón contra tropas regulares mejor equipadas, aun cuando no pudieron recuperar la ciudad.

Paralelamente, las fuerzas anarquistas apoyaron la transformación social que significó el establecimiento de las colectividades agrarias aragonesas, para escándalo de comunistas, socialistas y demás acólitos del credo según el cual no se podía ganar la guerra si al mismo tiempo se hacia la Revolución. En su persona, Durruti encarnaba lo que eran los sentimientos y metas de los trabajadores en armas, siendo un peculiar “jefe” cuyo privilegio principal era combatir en primera fila, con la única jerarquía de la estima con que lo distinguían sus iguales.

Esa vida radiante y corajuda - “El Corto Verano de la Anarquía la llamó su cronista Enzensberger - terminaría en noviembre de ese mismo año. El día 15 Durruti llego a reforzar la defensa de Madrid con una columna de 1800 hombres, de inmediato van a lo más duro del combate y el 19 lo alcanza una bala, cuando transitaba en área supuestamente segura. Murió en la madrugada del 20, siendo sepultado 2 días después en el cementerio de Montt huich en Barcelona, acompañado del duelo más multitudinario visto en la urbe. Como con Zamora, el Che o Zapata, su muerte tiene estigmas de traición y el principal sospechoso, el PCE estalinista, desatará pocos meses mas tarde una brutal persecución contra anarquistas y demás radicales que no solo liquidó la Revolución amenazante, sino que fue el comienzo del fin de la propia República que decían salvaguardar.

40 años de existencia intensa tuvo este hombre que lucho por sus ideales sin treguas ni fanatismos; que nunca dejó de vivir de su trabajo; que actuaba tanto como leía y pensaba; que amó, soñó y tuvo amigos entrañables. En fin, Buenaventura Durruti fue lo que fue, y también lo que de mejor queda en nosotros cuando compartimos su trayectoria luminosa.


viernes, 11 de noviembre de 2011

La República no solo es historia, es futuro






El principal enemigo ahora, el nuevo falangismo de hoy, es el neoliberalismo. La guerra de clases lanzada por las clases poseedoras en todas las potencias centrales está ahí con toda su virulencia haciéndonos pagar la crisis a las víctimas de la crisis...


Cuando hace setenta y cinco años y ante un golpe de estado militar, apoyado por las derechas monárquicas, los fascistas españoles y el carlismo ultramontano. Los guardias de asalto y militares leales, los sindicatos obreros y los partidos del Frente Popular, se vieron obligados a defenderse y luchar, no solo se estaba librando una batalla entre la reacción y fascismo frente a la legalidad republicana, sino contra un sueño de avance, mejora, modernización e instauración de una democracia real.
La causa republicana era un compendio de aspiraciones laicas, culturales y científicas, educativas, obreristas y transformadoras, junto a un liberalismo progresista y democrático y una aspiración de construcción federal del estado. Las viejas ideas republicanas de Costa de “escuela y despensa”, mejoradas con aspiraciones de justicia agraria, infraestructuras modernizantes y alegría, mucha alegría por haber alcanzado el siglo XX, tras haber derrotado en las urnas a una monarquía, caduca, decimonónica y corrupta, cuya última hazaña, fue apoyar una dictadura, la de Primo de Rivera.
Pero para conmemorar hay que tener motivos y el primero es una Constitución muy avanzada para su época,- la de 1931- que instauraba el estado social por primera vez en España y que permitía avances sustanciales. La República era la inconclusa revolución burguesa que nuestro estado nunca tubo y si bien es cierto que habían personas y organizaciones potentes que pugnaban por más, no lo es menos que significó un soplo de aire fresco y limpio y fue la culminación de las ideas regeneracionistas, que desde finales del siglo XIX pugnaban por abrirse paso.
Claro, que cuando a alguien le montan un golpe de estado, con voluntad expresa de desatar una limpieza étnica de republicanos, rojos, marxistas y anarcosindicalistas, lo que no hace es esperar tranquilamente que le degüellen, no al menos aquellas clases trabajadoras,- a diferencia de las actuales-, muy organizadas, concienciadas, cultas, si cultas gracias a las Casas del Pueblo y los Ateneos Libertarios y con mucha tradición de lucha social. Por eso las primeras respuestas fueron las sindicales.
Ahora tratan de ocultar aquello, unos por que sus abuelos fueron miembros de las escuadras negras que asesinaron en la retaguardia franquista o financiaron y apoyaron el golpe, otros porque siguen creyéndolo bueno y unos terceros por claudicación ideológica y/o pura y simple traición a los ideales de sus predecesores políticos. Curiosamente, los que nunca han ocultado su condición ni la han disimulado han sido, hemos sido, los y las descendientes de familia e ideas de los vencidos y más si estos se enfrentaron con decisión al golpe militar fascista.


Pero es eso lo importante ahora No, en cualquier caso, no solo. La República, fue un cambio de régimen, que trajo una nueva Constitución y nuevas formas de gobernarse. No fue perfecta, pero lo intentó y no podemos hablar de resultados pues solo duró unos ocho años, tres de ellos, de guerra. Si bien y esto hay que saberlo, los gobiernos republicanos, no declararon el estado de guerra, hasta tres meses antes de perderla, pues ellos se enfrentaban a una sublevación ilegal e ilegítima, no a una fuerza militar reconocida y reconocible.
El legado republicano actual
Lo importante es su legado. Ahora que en las plazas y calles del Reino de España, se vive una rebelión pacifica, ciudadana y profundamente democrática, las aspiraciones de una República de los y las iguales, con derechos, obligaciones, pero para todos incluidos los poderosos y con justicia social, las ideas republicanas adquieren su plena vigencia.
La reivindicación republicana tuvo mucho de exigencia de una verdadera democracia. La democracia en el estado español, no llega de forma satisfactoria hasta 1931 y hasta entonces lo gobernaron una alianza de las oligárquicas económicas y la Corona, con el firma apoyo de sus instrumentos coercitivos.


Hoy salimos a la calle gritando “la llaman democracia y no lo es”, pues eso entiende el M15M que la que afirman tenemos. La herencia de transición impuesta por los vencedores inteligentes, las oligárquicas financieras, claro apoyo del franquismo, mientras este le fue útil y que las debilitadas y exhaustas fuerzas de la izquierda tuvieron que aceptar, por el simple hecho de ser reconocidas y legalizadas. Tal vez es lo máximo que entonces se pudo alcanzar, seguramente así fue, no seamos injustos, porque a pesar de los magros resultados, incluso esos no los regaló nadie y menos a las clases trabajadoras.

Así pues ahora tenemos una oportunidad, ahora hemos comenzado, si, una revuelta democrática, agudizada por la crisis financiera y sistémica mundial y sus crueles secuelas contra las clases populares. Por eso también ahora, o se está con las víctimas de la crisis, con las clases populares y trabajadoras o se está con los bancos, con los poderosos, con los oligarcas. No es posible estar con ambos. No se puede decir que se está con los de abajo y sin embargo pactar con los de arriba, porque cada vez cuela menos.

El 15M al igual que la República y las fuerzas que la impulsaron, es un movimiento regeneracionista, de salud democrática y de aspiraciones sociales, aún no definidas muchas de ellas, incluso moderadas en ocasiones, pero es una fuerte y clara amenaza para el régimen vigente, es decir la alianza político-financiera, que nos gobierna y esto acabará provocando rupturas y fusiones en busca de una democracia mejor y de una justicia social y reparto real.


Que le propongo humildemente al 15M la confección de un programa popular y republicano, que avance desde lo público hacía la justicia y una nueva Constitución que modifiquen las reglas de juego actuales, pues contienen trampa y de hecho la vigente Constitución, no solo no se ha cumplido jamás en lo que ha aspiraciones de las clases populares se refiere, sino que tampoco en la profundización política se puede en ella leer. Hoy gracias a la dictadura de los mercados, vigente, es papel mojado.

Los enemigos del progreso social, son los mismos, a solo que veamos un poquito y sin prejuicios la historia. Solo hay eso si, unas siglas que tienen que aclararse en que lugar están, pues por sus hechos, no en el que les correspondiera o en el que sus padres ideológicos las hubieran situado. Es por eso por lo que hay que profundizar en las aspiraciones del 15M, para aclara el campo, entre otras cosas.

En cualquier caso hay que construir la alternativa y esta debe ser participativa y civica e igualitaria. El principal enemigo ahora, el nuevo falangismo de hoy, es el neoliberalismo.


La guerra de clases lanzada por las clases poseedoras en todas las potencias centrales está ahí con toda su virulencia haciéndonos pagar la crisis a las víctimas de la crisis. Por eso entiendo imprescindible levantar una alianza social, profundamente democrática, es decir republicana y rex- publicana y entre las clases polares, es decir trabajadoras y trabajadores de todas las clases, hacer frente a rentistas y oligarcas.