lunes, 8 de noviembre de 2010

MEMORIA



Verdad, Justicia y Reparación para las Víctimas del franquismo


Ciudadanas, Ciudadanos. Compañeras, Compañeros y Camaradas.
Desde hace meses, la cuestión de la represión franquista ha figurado entre los primeros temas de debate en la sociedad. El auto del juez Garzón puso altavoz a reivindicaciones que desde hace años los familiares y asociaciones memorialistas llevábamos denunciando, pero no tenían el eco que se merecían. La inhibición posterior del juez dejó en muchas personas la sensación de frustración, pero los hechos que le han seguido han transformado ese estado en una creciente indignación contra la impunidad de que aún gozan los crímenes franquistas en nuestro país, favorecida por el pacto político de la Transición y las posteriores trabas judiciales. La evidencia de esta situación debe hacernos redoblar esfuerzos para acabar de una vez por todas con el modelo español de impunidad.
Porque nos asiste la razón y el derecho a saber, exigimos VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN. Después de más de 70 años del frustrado golpe militar que desembocó en la Guerra Civil y de los posteriores 40 años de represión dictatorial, es inconcebible que estemos en esta situación. Cuando el Estado español pretende ser adalid en la defensa de los Derechos Humanos en otros países, al llegar a nuestras fronteras, un tapón de impunidad, silencio y desprecio impide aclarar el paradero de desaparecidos y asesinados, y hacer justicia ante la represión sufrida por los que defendieron la democracia y la legalidad constitucional de la República.
Aún hoy, cuando miles de compañeros y compañeras permanecen sepultados en campos y cunetas, los máximos organismos judiciales han pasado de inhibirse a obstaculizar con la mayor saña cualquier intento de esclarecer las responsabilidades de los crímenes contra la Humanidad cometidos por el fascismo español. Con su actitud, ellos mismos han puesto en la picota la Ley de Amnistía de 1977 y el pacto de silencio con el que fue sellado el “consenso” de la Transición.
Es necesario movilizarse, salir a la luz pública para hacer patente lo obvio: que los actos represivos del franquismo son crímenes contra la Humanidad cubiertos por un manto de silencio y de impunidad, y que las víctimas del franquismo y sus familiares nos encontramos en una situación de manifiesta indefensión legal.
Asimismo, tenemos que continuar denunciando que las sentencias judiciales franquistas contra los defensores de la democracia y las libertades, continúan siendo plenamente vigentes y legales.
Se lo debemos a todos los que sufrieron la represión, a los que nos dejaron y a los que aún viven: tenemos que seguir luchando para conseguir VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN.

Recibid un saludo fraternal.

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