81 años después de la proclamación de la II República española, la
sociedad española sigue anhelando restaurar la legalidad vigente que el
innombrable dictador fascista aplastó por la fuerza de las armas y que
tanto sufrimiento causó a los que defendieron la libertad que encarnaba
la república.
Un día como, el 14 de abril de 1931,fue proclamada la II
República española, poniendo fin al anacronismo borbónico, aunque
desgraciadamente, por poco tiempo, ya que después del genocidio
franquista, el sanguinario dictador instauraría de nuevo la denostada
monarquía, que hoy en día sigue en vigor, gracias a los mayores de 52
años que votaron la Constitución de 1978. Que en pleno siglo XXI, aún
tengamos que segregar a los ciudadanos en función de sus títulos
nobiliarios y reales resulta realmente decepcionante, que unos pocos
disfruten de privilegios frente a la inmensa mayoría de los ciudadanos.
¿Tan difícil resulta establecer un sistema político como el alemán,
ialiano o francés, en donde el Presidente de la república se elige cada 4
años por sufragio universal?, ¿Cuándo madurará el pueblo español para
dejar de ser súbditos y vivir como honrados ciudadanos? Al parecer, la
clase dominante, la que controla el poder económico se siente muy a
gusto con el actual sistema monárquico que salvaguarda sus abultados y
obscenos patrimonios, entre ellos, sus enormes fincas de caza, en donde
se cita la oligarquía española para afianzar su poder y privilegios.
Los partidos políticos PP y PSOE, dos caras de la misma moneda,
defienden a ultranza la monarquía, pues sirven a los intereses de los
poderosos, camuflados bajo siglas engañosas; ni son populares y mucho
menos socialistas.
Con este panorama, sólo la unión de los ciudadanos en plataformas
pro-rrepublicanas lograrán a largo plazo cambiar este injusto sistema
arbitrario impuesto por los franquistas para que poco o nada cambiase. Y
por ahora, lo han conseguido.
Esperemos que algún 14 de abril de los venideros, pueda ondear con orgullo de nuevo la tricolor
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