Contra la tiranía de los mercados, contra la injusticia, la
hipocresía y la inmoralidad de los desgobiernos. Por un verdadero
regimen democrático al servicio de los ciudadanos. Por la República.
Corren vientos airados en estos tiempos de crisis económica,
provocada por quienes se van a beneficiar de ella, por quienes, libres
ya de todo freno y decoro, se han lanzado a saco al expolio de los que
menos tienen, de los que menos se pueden defender. Se han lanzado como
nuevas hordas bárbaras contra el estado de bienestar, creado tras
ingentes esfuerzos y sacrificios en vidas humanas de trabajadores de
todo el mundo. Nada parece poder detenerles, excepto nosotros mismos,
todos aquellos que solo tenemos la fuerza de nuestra palabra y nuestras
manos para acabar de una vez por todas con un sistema que ya solo
persiste para la rapiña y la explotación.
Hace ochenta y un años el pueblo español se puso en pie para acabar
con una monarquía corrupta que consumía estérilmente los esfuerzos de
toda una nación, que había dejado a España sin pulso, mientras una Edad
de Plata de la cultura española se debatía por salir a flote en aquel
clima asfixiante. Aquel ejemplar esfuerzo cívico alumbró un régimen de
libertades como jamás se había conocido antes en nuestro país,
colocándonos de pleno en la modernidad contemporánea. Se concedió el
voto a las mujeres, se aprobó el divorcio, se separó a la Iglesia
Católica del Estado, de sacó adelante una reforma agraria que entregó
tierras improductivas a los agricultores privados de medios propios de
sustento, se modernizó el Ejército, se empezó a poner fin al
analfabetismo crónico, se crearon, en cinco años, mas escuelas que las
que la Monarquía había creado en treinta años…en definitiva, se pusieron
las bases de una democracia que sirvió como el mejor caldo de cultivo
para un auténtico renacimiento nacional en un régimen social y de
derecho.
Con todo ello acabó el fascismo, ahogando en sangre el impulso
soberano de la mayoría de los españoles.
No estuvo solo, contó la ayuda
de los regímenes nazi alemán y fascista italiano, sin cuyo soporte
material nunca hubieran podido ganar la guerra.
Hoy, una nueva Monarquía, impuesta, hace mas de cuarenta años, por
los herederos del fascismo vencedor, y vergonzantemente arropada por
algunas fuerzas políticas que combatieron por la libertad en el pasado,
viene a dar cobijo a un estado de cosas que esta llevando al desastre a
nuestro país, a despojar a los trabajadores de muchos de sus derechos, a
recortar libertades, a desmantelar los servicios públicos, a perpetuar
la injusticia, la inmoralidad, y la corrupción. Hoy, igual que en 1.931,
los españoles debemos hacer oír nuestra voz discordante contra la de
quienes nos quieren condenar a una servidumbre dócil, mientras nos
expolian para beneficio de grandes financieros y pudientes. Hoy, no
puede haber otra salida que la nos conduzca a la abolición de este
régimen que ya no puede tapar sus vergüenzas y contradicciones, que la
que nos conduzca a una verdadera democracia, es decir: a la República.
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